Wednesday, February 22, 2006

Haciendo Magdalenas Por No Hacer Otra Cosa





Anaheim era su nombre. No Ana y luego Heim, sino todo junto: Anaheim. Su madre estaba oyendo la radio cuando estaba embarazada del bebe y le vino la inspiracion del nombre con un anuncio de mayonesa. Anaheim era pelirroja, pecosa y rellenita. Andaba un poco encorvada y tenia una expresion agria en la cara. En la escuela todos los niños la llamaban Anaheim, por que ese era su nombre. A veces, cuando acompañaba a su madre a hacer los recados la gente la paraba por la calle y le preguntaba, como te llamas muñequita? Y ella respondia "Anaheim, todo junto: Anaheim". Anaheim notaba las reacciones de estos extranos, que callando hacian muecas como de: "Que nombre tan horrible, claro que con lo fea que eres niña..."

Aquella tarde Anaheim habia ido a la estacion a recoger un paquete que le solia mandar a su madre la tia de Rotherdam. Anaheim bajaba la empedrada cuesta de la estacion con curiosidad por el paquete. "Habra enviado algo para mi? La tia Roanna siempre me incluye algo... unas orquillas de ebano, unas castanas confitadas, o una muneca de recortar". La pequena pelirroja bajaba toda entusiasmada pensando en el posible regalo.

Al pasar la esquina de la lecheria, noto que alguien se habia instalado en la casa de al lado de los Console. Los postigos estaban abiertos y habia un coche de reparto aparcado en la puerta. Anaheim disminuyó el paso para asi poder mirar mas detenidamente. Se detuvo enfrende de la puerta. No se oia a nadie. Tampoco habia nadie en el coche. La puerta estaba abierta y se veian muebles y cajas en el patio. El agua de la fuente estaba prendida. Anaheim, parada frente a la puerta esperó unos momentos, pero no se oia ni un ruido ni un murmullo. Miro a su alrededor, y como no había un alma, se dio permiso para segir mirando. Todo estaba tranquilo y quieto. De repente Anaheim oyo decir: "Qué quieres pordiosera?" y asustada se dio la vuelta. En frente de ella sentada en una silla de ruedas una nina de mas o menos su edad la contemplaba con mirada amenazadora. Anaheim sin hacer caso del tono en que esta le habia hablado le preguntó con entusiasmo y curiosidad: "Eres nueva en el pueblo? Os habeis mudado a esta casa?. La nina fruncio el ceño y le dijo con voz aun mas molesta: "Eres retrasada o que? No me entiendes?... Que buscas?... Pierdete!" Anaheim la miro sorprendida y empezo a caminar. Giro su cabeza y la niña seguia ahi, como un centinela, esperando a que se fuera. Anaheim se dio cuenta de que estaba volviendo hacia atras, y retomó su camino hacia la estacion. Intentando evitar a la niña, que aun la miraba fijamente, se cambio de acera con disimulo y aceleró su paso cuesta abajo a recoger el paquete para su madre.
CONTINUARA.

1 comment:

Carola said...

¿Tú te crees? Seguro que la jodía por culo de la silla de ruedas es la del Exorcista... Necesitamos a Santiago Segura yaaaaaaaaaaaa